El farinoso o dobladillo es
un dulce tradicional de la comarca aragonesa de las Cinco Villas, en España, concretamente de
las zonas de Layana, Castejón de Valdejasa y Rivas (pedanía de Ejea de los Caballeros).
Sus ingredientes básicos son la harina, los huevos y la
miel. Los layaneros destacan por incorporar canela y anisetes, y a diferencia
de los otros, incorporan la miel al relleno y no a la masa. La masa se elabora
con harina, aceite de oliva, agua y azúcar, y se estira en una fina capa que se
recorta en círculos de unos 22 cm de diámetro. Tras depositar una cucharada de
relleno en cada uno, los círculos de masa se doblan en cuatro para formar
rectángulos que se hornean.
Esta receta se ha transmitido de generación en generación, inalterable. Todas las mujeres del municipio la hacen así, una receta que hunde sus raíces en el mundo árabe, según apuntan en la localidad.
Desde 2007, el pueblo de Layana, el 29 de diciembre ha recuperado esta tradición gastronómica y celebra el Día del Farinoso, que coincide con las fiestas del patrón del municipio, Santo Tomás Becket.
Receta para la elaboración de «Los Farinosos de Layana»
1- Caldo para hacer la masa:
• 2,5 kg de harina de buena calidad.
• 3 tazones de aceite de oliva, de 0,4º de acidez.
• 2 tazones de agua.
• 4 cucharadas soperas, no colmadas, de azúcar por tazón de aceite.
Se pone a cocer todo bien mezclado, hasta que hierva. Tras un pequeño hervor se saca del fuego y se pone a enfriar. Cuando esté templado, casi frío, el caldo estará listo para hacer la masa.
2.- Forma de hacer la masa:
En un barreño vertemos parte de la harina y vamos mezclándola con el caldo que hemos preparado antes. La cantidad de harina depende de la que admita todo el caldo. Suelen ser dos kilos y medio. Se amasa bien hasta que la masa liga y no se parte. Hemos de comprobar que se extiende con facilidad sin cuartearse. Si no fuese así es que hay que trabajar más la masa hasta que está en condiciones, añadiendo agua caliente y harina.
Una vez conseguida la masa, se deja unos minutos reposar en el barreño, tapada con un paño de cocina. Transcurrido ese tiempo está lista para ser moldeada.
3.- Primera parte del relleno.
• 100 gramos de anís en rama.
• ¾ l. de aceite de oliva, acidez de 0,4º
• 1 kg de miel.
En un cazo echamos el aceite, unos 75 gramos de anís en rama y ¾ kg de miel. Estas medidas son aproximadas y dependen del gusto del cocinero/a. Una vez mezclado todo, se coloca el cazo el fuego y se calienta para facilitar la mezcla de los ingredientes. Si se calienta mucho se deja enfriar un poco hasta que esté fluido.
4.- Segunda parte del relleno.
• Un plato hondo de azúcar y canela.
Mezclamos en un plato hondo azúcar y canela. Reservamos esta mezcla para añadir al relleno del apartado anterior.
5.- Forma de moldear la masa.
Con la masa se hacen bolas del tamaño de una pequeña pelota de ping-pong. Cada una se extiende con un “huso” o palo semejante. La masa extendida he de quedar en forma redondeada de unos 22 cm. de diámetro y lo más fina posible.
6.- Realización y relleno del farinoso.
En cada una de las bolas extendidas se echa una cucharada sopera de la miel que hemos mezclado con el anís y el aceite, procurando que quede en el centro. Sobre éste se espolvorea un puñadito de azúcar y canela. A continuación se doblan en cuatro, dejando todo el relleno dentro. El dobladillo que hemos conseguido lo untamos con huevo batido y lo espolvoreamos con un poco de azúcar blanca.
Los farinosos están listos para ser metidos en el horno. Tras unos minutos, justo los necesarios para que se doren, se sacan del horno, se sueltan de la bandeja con una espátula y se dejan enfriar.
7.- Horno: Mientras se hacen y aplanan los bolas de masa, se pone el horno con las dos placas a unos 250 ºC.
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